sábado, 8 de octubre de 2011

Boiling Point / 1990 / Takeshi Kitano / Japón

Boiling Point / 1990
Takeshi Kitano / Japón

Hace un tiempo me tope con mi primera película de Takeshi Kitano, una cinta que fue reconocida en Europa y que puso al director y actor japonés en preeminencia dentro de la escena del cine mundial. La película a la que me refiero como primer acercamiento a Kitano es “Hanna- Bi” o “Flores de fuego”, un drama crudo sobre la vida de un policía atormentado por la enfermedad de su esposa amada y la culpabilidad sobre la herida de un colega que recibió un disparo que correspondía a él.

Pero Takeshi Kitano no es un director de dramas, o al menos no lo fue en el principio. El director se destaco como actor de películas de “humor Amarillo”, un tipo de comedia asiática.

Cuando nos aproximamos a la cinta Boiling Point, la primera dirigida por el mencionado Kitano, nos enfrentamos a una cinta extraña. Es definida como una especie de comedia por algunos sitios especializados, sin embargo posee más bien un sórdido sentido del humor. En la cinta Takeshi se toma su tiempo en ciertas escenas y utiliza sus ya conocidos fetiches como las largas escenas frente al mar.

Boiling Point es una historia sobre los Yakuzas, un tipo de mafia nipona muy peligrosa que goza de excéntricos castigos a la traición y la torpeza. Cuando comienza la cinta nos topamos con un muchacho simplón y mediocre que participa de un encuentro de baseball del barrio sin tener el talento para golpear la bola con el bat. Este simple muchacho, que algunas veces nos parece subnormal, también trabaja en una estación de servicio, aquí comienza el drama, cuando el joven es increpado por uno de los hombres del jefe de la mafia por no hacer su trabajo de buena forma. El muchacho decide golpear al matón ganándose un poderoso enemigo. El entrenador del muchacho en el club de baseball fue un antiguo participante de la Yakuza y decide intervenir para que su imberbe amigo no sea destruido. 

Tras un dura golpiza de los capos al ex mafioso la venganza se adueña de su corazón y decide ir a Tokio en busca de un arma para terminar con sus enemigos, es ahí donde la película ingresa en un viaje alucinógeno, el joven decide junto con un amigo ir en búsqueda de esa arma. Takeshi Kitano aparece un este momento en el film representado a un mafioso capitalino lleno de todos los vicios, alcohólico, maltratador de mujeres, abusador, homosexual y asesino (imposible olvidar la escena donde Takeshi ofrece a su amigo el acostarse con su novia de turno y luego la venganza con una violacion a su subdito). Aquí la cinta se vuelve confusa, es un viaje en acido por la ciudad en búsqueda de las armas para terminar con su propio jefe Yakuza que le ha pedido que corte una punta de su dedo con la finalidad de redimirse de una falla. En esa misma búsqueda se suman los 2 jóvenes encargados por el entrenador.

El final de la película es realmente confuso, entendemos que el viaje a la capital se transformo en un aprendizaje traumático e inolvidable que no les permite seguir siendo los mismo que fueron lo que los lleva a tomar dramáticas decisiones, sin embargo nunca sabremos si la historia fue cierta o solo producto de la imaginación del simplón muchacho que solo buscaba fantasear con una vida llena de emociones que no podrían realizar siendo un alfeñique.

Entretenida, en momento críptica.


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