martes, 12 de mayo de 2015

Sweet Movie / 1974
Dusan Makavejev / Francia Canada


Dusan  Makavejev es un director nacido en la ex Yugoeslavia, hoy Bosnia que en su vida no solo puso el diente al cine, sino que también a otros ámbitos del quehacer humano tales como la psicología y la psiquiatría, de ahí que su trabajo fílmico expusiera estos  baños intelectuales e intereses discursivos sobre la pantalla. Es el caso de Sweet Movie, película del año 1974 en que los excesos y la experimentación con el público está presente de principio a fin y avanzando minuto  a minuto mientras corre la cinta para terminar poniendo en jaque nuestro ojo y conciencia.
La película es una crítica feroz al capitalismo y al comunismo contado en dos historias que se desarrollan en paralelo durante la duración de la película. La primera historia es sobre un potentado tejano de la industria de la leche que junto con su madre auspician y producen el concurso “Miss Mundo Virgen 1984”, un espectáculo que tiene como finalidad el conseguir una mujer casta para que el excéntrico pudiese contraer matrimonio. Al elegir a Miss Canada, el enrarecido ambiente del concurso se traslada a la hacienda del texano que no busca tener sexo con la muchacha sino que orinarla y limpiarla con alcohol isopropilico, un extraño fetiche del hombre que además posee un pene bañado en oro.  La muchacha es abandonada por el potentado y despachada por un fisicoculturista negro en una maleta hacia Paris donde por fin pierde la virginidad en plena torre Eiffel con un actor latino de segunda categoría.
La muchacha termina viviendo en una comunidad anarquista austriaca donde sin voz y espasmódicamente termina viviendo orgias llenas de asquerosas prácticas para cerrar su participación con la filmación de un spot de chocolates donde la muchacha se baña desnuda en una piscina de cacao.
La idea original del director es que la película fuese completamente desarrollada por esta historia pero la actriz queda tan choqueada con el papel que abandona la filmación.
Para completar la película el director serbio desarrolla una historia paralela sobre una atractiva capitana de un barco que navega los canales de Amsterdam con un mascaron de proa con la figura de Karl Marx.  En el barco hay una confitería flotante que sirve de atracción para niños y hombres (la víctima más importante en el guion es un sobreviviente del acorazado de Potemkim) que son seducidos y asesinados por la mujer en orgias de azúcar  y sangre.
Entremedio de la película y sin avisarnos, el director inserta documentales de la Alemania nazi donde se recogen cadáveres y se hacen autopsias de cadáveres encontrados por los fascistas en los bosques durante la guerra o un breve documental que nos muestra cómo hacer “gimnasia” a un bebe casi provocándole torturas.

La película es desconcertante y busca generar un shock en la audiencia tal como lo plantea su psiquiatra favorito  Wilhelm Reich.(a quien anteriormente ya había dedicado una película) en donde explicita que las imágenes chocantes descolocan al auditorio y es más fácil luego de esta terapia el entregar informaciones relevantes. El hecho cierto es que la película fue ofrecida en Cannes y provoco revuelo y vómitos entre la audiencia y la cinta fue, y hasta hoy lo es, prohibida en diversos países.
El director nos enfrenta en momentos a la frialdad del capitalismo y a la seducción dulce pero asesina del marxismo, ambas acabando con las vidas de inocentes y no tanto que se dejan embaucar por estas visiones de mundo. Por otro lado nos plantea una severa duda sobre las practicas privadas y su realización en público,


Vale la pena ver esta película recuperada nada menos que por Criterion Colection, aun que recomiendo que no la vean personas impresionables pues provocara imágenes indelebles en su psiquis.


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