domingo, 1 de diciembre de 2013



Viva Zapata / 1952
Elia Kazan / EEUU



Cuando miramos el equipo de trabajo de esta película, nos enfrentamos a gran parte de la historia dorada de Hollywood. En la dirección el Amado y odiado Elia Kazan, quien venía de dirigir “Un tranvía llamado deseo” y de ser delator de comunistas ante la comisión del congreso dirigida por el tristemente célebre senador norteamericano Joseph McCarthy. En el guion el hombre a cargo de la novela que inspiro “Las uvas de la ira” John Steinbeck  y en la actuación dos grandes, Marlon Brando y Anthony Quinn.
Las historias de los Robin Hoods siempre han llamado nuestra atención, pero cuando el personaje deja de ser de ficción para pasar a tomar carne y hueso se vuelven en seres inspiradores para nuestras vidas.
Emiliano Zapata fue un revolucionario que impuso, junto con Pancho Villa y un mar de campesinos mexicanos, el fin del gobierno del déspota Porfirio Díaz, quien ocupaba el puesto de “Presidente” de México por más de 30 años.
El poder de Díaz se había vuelto incontrarrestable y una serie de personajes tales como Madero, quien desde los Estados Unidos organizaba la resistencia y rebeldes como el mismo Zapata, lograron desestabilizar un gobierno dictatorial y que había beneficiado únicamente a los aristócratas que se habían hecho de las tierras más prolíficas, que antes fueron de los campesinos.
Emiliano Zapata era eso, un campesino lleno de pasión por la defensa de sus hermanos de tierra, con una gran influencia entre sus pares por su don de mando y liderazgo pero desprovisto de educación. Es entonces, su puño justiciero el que resuena en la tierra mexicana.
Viva Zapata nos enfrenta a al igual que películas como “Greed” (comentada en este blog también), con la miseria humana, el poder corruptor del dinero, la ignorancia que conduce a los caminos de la arrogancia  y la altura de miras de un hombre que está más allá de la propia familia, sino que aborda como un verdadero líder las injusticias.




No hay comentarios:

Publicar un comentario