Viva Zapata /
1952
Elia Kazan /
EEUU
Cuando miramos
el equipo de trabajo de esta película, nos enfrentamos a gran parte de la
historia dorada de Hollywood. En la dirección el Amado y odiado Elia Kazan,
quien venía de dirigir “Un tranvía llamado deseo” y de ser delator de
comunistas ante la comisión del congreso dirigida por el tristemente célebre
senador norteamericano Joseph McCarthy. En el guion el hombre a cargo de la
novela que inspiro “Las uvas de la ira” John Steinbeck y en la actuación dos grandes, Marlon Brando
y Anthony Quinn.
Las historias
de los Robin Hoods siempre han llamado nuestra atención, pero cuando el
personaje deja de ser de ficción para pasar a tomar carne y hueso se vuelven en
seres inspiradores para nuestras vidas.
Emiliano
Zapata fue un revolucionario que impuso, junto con Pancho Villa y un mar de
campesinos mexicanos, el fin del gobierno del déspota Porfirio Díaz, quien
ocupaba el puesto de “Presidente” de México por más de 30 años.
El poder de Díaz
se había vuelto incontrarrestable y una serie de personajes tales como Madero, quien
desde los Estados Unidos organizaba la resistencia y rebeldes como el mismo
Zapata, lograron desestabilizar un gobierno dictatorial y que había beneficiado
únicamente a los aristócratas que se habían hecho de las tierras más prolíficas,
que antes fueron de los campesinos.
Emiliano
Zapata era eso, un campesino lleno de pasión por la defensa de sus hermanos de
tierra, con una gran influencia entre sus pares por su don de mando y liderazgo
pero desprovisto de educación. Es entonces, su puño justiciero el que resuena
en la tierra mexicana.
Viva Zapata
nos enfrenta a al igual que películas como “Greed” (comentada en este blog también),
con la miseria humana, el poder corruptor del dinero, la ignorancia que conduce
a los caminos de la arrogancia y la
altura de miras de un hombre que está más allá de la propia familia, sino que
aborda como un verdadero líder las injusticias.
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