miércoles, 29 de abril de 2015

Nicolas Guillen Ladrian. El fin pero no es el fin / 2006
Jorge Egusquiza Zorrilla / Cuba


El nombre de Nicolas Guillén esta cargado en la cultura hispanoamericana y por sobretodo cubana de un peso colosal. Pero esta obra no se trata del poeta de cuba,  este cortometraje es en honor de Nicolas guillen Landrian, sobrino del poeta cubano, ambos nacen en el mismo poblado, en Camaguey, Cuba, pero mientras uno fue categorizado como el mas importante poeta de la isla, el otro termino siendo exiliado y censurado por su obra pictórica y cinematográfica y finalmente exiliado a Miami donde muere en 2003. 

Desde 1962 a 1972, trabaja en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) como asistente de producción y Director de documentales, la mayoría de los cuales fueron censurados y no exhibidos hasta tres décadas después. Entre sus títulos más importantes figuran En un barrio viejo (1963), premiado en el Festival de Cine de Cracovia, Ociel del Toa (1965), que recibió la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid y Coffea Arábiga (1968).
Guillén Landrián fue acusado de desviación ideológica y fue enviado a trabajar a una granja avícola en la Isla de la Juventud. En varias ocasiones fue encarcelado y se le sometió a tratamiento de electroshock en hospitales psiquiátricos. A finales de los 80, participó en La Habana en una exposición de pintores disidentes, que disolvió la Seguridad del Estado de Cuba. En 1989, llegó a Estados Unidos con su esposa Grettel Alfonso como exiliado político, con quién vivió hasta su muerte. Murió de cáncer páncreas. Sus restos descansan en el Cementerio de Colón de La Habana.


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