domingo, 13 de mayo de 2012

Four Sons / 1928 / John Ford / EEUU



The Four Sons / 1928
John Ford / EEUU

Digan lo que digan el cine mudo tiene una profundidad especial. No se bien si son los colores en Blanco y negro que en su mayoría tienen las cintas de este tipo o quizás el manierismo que contienen las teatrales actuaciones de los actores de ellas, o sencillamente el hecho de ser documentos históricos reservados para la posteridad.

Sea como sea, amo las películas mudas de buena calidad y esta es realmente una de las buenas que me ha tocado ver. En esta cinta el maestro Norteamericano – Irlandés John Ford quien nos sitúa no su clásico Estados Unidos, sino que en Bavaria, una zona de Alemania en donde el catolicismo y el ambiente idílico de la ruralidad estaban súper presentes en los primeros años del siglo XX.  En este contexto geográfico se nos enseña a una familia “perfecta”: Una madre  (Margaret Mann) en una magnifica actuación. Ella es la progenitora de 4 hijos que muestran sus características mientras transcurre la película y en una genial introducción de director, mientras la abnegada madre pone la ropa lavada y planchada en los distintos cajones marcados con los nombres de sus cuatro adoraciones.

Sus hijos son 4 muchachos bastante normales que viven en el bucólico ambiente Bavaro, sin embargo la felicidad no podría durar para siempre y la primera guerra mundial azotará a Europa. En ella sus jóvenes hijos serán llamados a unirse a las filas Alemanas en contra de Rusia. Por otro lado, el mayor de los hermanos emprenderá rumbo a America a cumplir el “American Dream”. Como no, este joven encontrará en el nuevo continente el amor, el surgimiento económico en un país que se desarrolla neutral en la Guerra y prontamente este buen ambiente logra que el muchacho sea padre de un pequeño Norteamericano, la nueva generación será el retoño de la nueva forma de entender el mundo el éxito del capitalismo.

Tras los acontecimientos históricos EEUU ingresa en la guerra y el joven Alemán deberá ingresar a la conflagración para luchar contra su país natal.

Quizás uno de los momentos mas dramáticos de la cinta ocurre cuando el bonachón cartero del pueblo debe llevar una carta con dolorosas noticias a la anciana madre protagonista, en ella se dice que los dos hijos que se han dirigido a la guerra ya no podrán volver jamás. La adolorida madre solo queda con el cuidado de su hijo menor quien es llamado también a la guerra por un oscuro general que acusa a la anciana madre de haber criado a un traidor a la Madre Patria que ahora esta en frente apoyando a los Estados unidos.

El general es un personaje interesante dentro de la cinta, es el típico hombre que llama orgulloso a la guerra pero jamás se salpica las manos de sangre en el frente de batalla (este nos recuerda al profesor en “sin novedad en el Frente”). 

La película nos llevara a un suceso terrible, en Francia Alemanes y Americanos combatirán cuerpo a cuerpo en la guerra de trincheras, en ella el hermano norteamericano se encontrara con un soldado enemigo moribundo. Su sorpresa será máxima cuando se de cuenta que este muchacho agonizante es su propio hermano menor.


Aquí la película para mi debió haber terminado, sin embargo tras el armisticio el muchacho triunfador regresa a America, en donde ve como su esposa ha logrado hacer de su pequeño emprendimiento una gran empresa y ahora regresa a hacerse cargo de una vida abandonada tras la guerra.

El hijo del joven soldado le entregara una frase de alta inocencia pero de conmovedora realidad. “Papa has regresado, pero olvidaste traer a la abuela”. Es así como comienza la búsqueda del norteamericano por su deseo de traer a su madre al nuevo mundo. En estas escenas se vive la felicidad de la anciana en su anhelo por reencontrarse con su única ligazón real con el mundo, su hijo y su nieto para ella es desconocido aun. Antes de llegar a America deberá pasar por dos situaciones que le harán mas difícil su entrada a la “tierra prometida”. Ella deberá en Alemania aprender a leer y escribir y pasar por un examen en su tierra donde recibirá el apoyo de todos los niños y el profesor de la escuelita del pueblo, pero cuando arriba a New York por el miedo y los nervios olvida el abecedario y ella queda relegada a una reexaminación a la mañana siguiente.

Su hijo aguarda con impaciencia la salida de la anciana madre pero ella en un acto de rebeldía (único en la cinta) abandona la isla y se cuela por una puerta para ingresar a la Megalópolis.

El desenlace de la película llega cuando la madre logra llegar con ayuda de un policía a la casa de su hijo y al regresar de la búsqueda la encuentra durmiendo junto a su nieto.

Una película de gran factura técnica y alto costo de producción y uno de los puntos altos de ese año en la creación cinematográfica.  


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