Sweet Movie / 1974
Dusan Makavejev / Francia Canada
Dusan Makavejev es un
director nacido en la ex Yugoeslavia, hoy Bosnia que en su vida no solo puso el
diente al cine, sino que también a otros ámbitos del quehacer humano tales como
la psicología y la psiquiatría, de ahí que su trabajo fílmico expusiera estos baños intelectuales e intereses discursivos
sobre la pantalla. Es el caso de Sweet Movie, película del año 1974 en que los
excesos y la experimentación con el público está presente de principio a fin y
avanzando minuto a minuto mientras corre
la cinta para terminar poniendo en jaque nuestro ojo y conciencia.
La película es una crítica feroz al capitalismo y al
comunismo contado en dos historias que se desarrollan en paralelo durante la duración
de la película. La primera historia es sobre un potentado tejano de la
industria de la leche que junto con su madre auspician y producen el concurso “Miss
Mundo Virgen 1984”, un espectáculo que tiene como finalidad el conseguir una
mujer casta para que el excéntrico pudiese contraer matrimonio. Al elegir a
Miss Canada, el enrarecido ambiente del concurso se traslada a la hacienda del
texano que no busca tener sexo con la muchacha sino que orinarla y limpiarla
con alcohol isopropilico, un extraño fetiche del hombre que además posee un
pene bañado en oro. La muchacha es
abandonada por el potentado y despachada por un fisicoculturista negro en una
maleta hacia Paris donde por fin pierde la virginidad en plena torre Eiffel con
un actor latino de segunda categoría.
La muchacha termina viviendo en una comunidad anarquista
austriaca donde sin voz y espasmódicamente termina viviendo orgias llenas de
asquerosas prácticas para cerrar su participación con la filmación de un spot
de chocolates donde la muchacha se baña desnuda en una piscina de cacao.
La idea original del director es que la película fuese
completamente desarrollada por esta historia pero la actriz queda tan choqueada
con el papel que abandona la filmación.
Para completar la película el director serbio desarrolla una
historia paralela sobre una atractiva capitana de un barco que navega los
canales de Amsterdam con un mascaron de proa con la figura de Karl Marx. En el barco hay una confitería flotante que
sirve de atracción para niños y hombres (la víctima más importante en el guion
es un sobreviviente del acorazado de Potemkim) que son seducidos y asesinados
por la mujer en orgias de azúcar y
sangre.
Entremedio de la película y sin avisarnos, el director
inserta documentales de la Alemania nazi donde se recogen cadáveres y se hacen
autopsias de cadáveres encontrados por los fascistas en los bosques durante la
guerra o un breve documental que nos muestra cómo hacer “gimnasia” a un bebe
casi provocándole torturas.
La película es desconcertante y busca generar un shock en la
audiencia tal como lo plantea su psiquiatra favorito Wilhelm Reich.(a quien anteriormente ya había dedicado
una película) en donde explicita que las imágenes chocantes descolocan al
auditorio y es más fácil luego de esta terapia el entregar informaciones
relevantes. El hecho cierto es que la película fue ofrecida en Cannes y provoco
revuelo y vómitos entre la audiencia y la cinta fue, y hasta hoy lo es, prohibida
en diversos países.
El director nos enfrenta
en momentos a la frialdad del capitalismo y a la seducción dulce pero asesina
del marxismo, ambas acabando con las vidas de inocentes y no tanto que se dejan
embaucar por estas visiones de mundo. Por otro lado nos plantea una severa duda
sobre las practicas privadas y su realización en público,
Vale la pena ver esta película
recuperada nada menos que por Criterion Colection, aun que recomiendo que no la
vean personas impresionables pues provocara imágenes indelebles en su psiquis.
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