Still alice
/ 2014
Wash
Westmoreland
y Richard
Glatzer / EEUU
¿Hasta cuándo somos los que somos?. Cuando
somos pequeños se nos dice que “llegaremos a ser “ y cuando estamos viejos
anhelamos “lo que éramos”. Es tan difícil reconocer que el único instante que
nos pertenece es el ahora, quizás por la fragilidad del momento. Still Alice
nos habla sobre el ser, sobre lo que somos y lo que podemos dejar de ser porque
una vuelta del destino nos saca del carril de una vida que esta estandarizada y
planeada casi de principio a fin.
Cuando comenzamos con la visualización de
la cinta nos tropezamos con una familia que cena feliz en un caro restaurant. A
primera vista la mujer que protagonizara nuestra historia se ve tan jovial y
atractiva que no representa sus 50 años de vida, es mas parece una conversación
entre amigos, pronto descubrimos que se trata de un grupo familiar y que gozan de una buena situación.
Ambos padres Julianne Moore
y Alec
Baldwin son profesionales, él un científico y ella una lingüista destacada en Columbia.
Desde este pedestal aparece el derrumbe
paulatino pero sostenido, Alice, la madre se percata que está comenzando a
tener pérdidas de memoria que le preocupan y que terminan por ser confirmadas
con una suerte de sentencia fatal, el descubrimiento de la enfermedad del
Alzheimer que no solo ataca su mundo sino que además se traspasa genéticamente a
sus hijos. Desde aquí en adelante la película aborda como el personaje central
empieza a enfrentarse a lo que será un muerte intelectual, lo que la ha llevado
a ser una destacada profesora en Columbia.
La actuación de Julianne Moore es
muy buena, minimalista y elegante, nos muestra con realidad y resignación como
enfrenta su enfermedad y como define la continuidad de su vida con la
enfermedad a través de un video grabado con instrucciones para terminar con su
sufrimiento cuando su “otra Alice” ya no la reconozca.
Cuando abordamos este tipo de
historias nos ponemos a reflexionar sobre el acto de existir, sobre la fortuna de
la vida que vivimos, nos aferramos a nuestra estancia en la tierra y valoramos
las condiciones que poseemos aunque en otros casos reneguemos ante ese mismo
estado debido al inconformismo. Son espejos que nos hacen plantearnos que tipo
de vida vivimos y con cuanta abundancia la aprovechamos.
Esta película está basada en una
novela de Liza Genova de idéntico nombre y la actuación de Moore le valió múltiples
premios, entre ellos el Oscar a mejor
actriz 2015